Un reconocimiento al hincha, y un merecido empujoncito: esta
es la primera conclusión que saco del partido, que mostró muchas
irregularidades, pero que tuvo una carga emotiva inmensa que alcanzó para
opacar todo tipo de análisis futbolístico. Huracán, de la mano de Marcos Díaz –hoy convertido en uno de los mejores arqueros del fútbol argentino–, obtuvo una
victoria que lo deja a un paso de obtener la clasificación a la Libertadores
2015, y también muy cerca de obtener un título luego de 41 años.
El globo no sólo obtuvo una victoria y premios por la
misma, también materializó una oportunidad inmejorable para posicionarse en las
instancias finales de un torneo, obteniendo nuevamente el merecido –y un tanto
postergado– reconocimiento de los grandes medios de comunicación. Además, sumó
muchos adeptos en Formosa, lo cual deberá ser aprovechado por los dirigentes
para realizar una campaña que atraiga nuevas socios –una gran deuda pendiente
de Huracán, que sólo tiene 10.000 socios, cantidad que no le permite ser
autosustentable y por ende debe depender de bolsillos ajenos–.
Analizando estas variables, creo que Huracán dio un paso más
hacia la vuelta a las raíces. ¿A qué me refiero con esto? Pues, hago referencia
a que el globo otra vez –después de cinco años– protagonizará una Copa, lo que
conlleva una gran oportunidad de crecer, y permite desarrollar nuestro enorme
potencial, ya que a partir de esto podemos comenzar a ganar terreno nuevamente,
y para ello debemos trabajar todos los aspectos necesarios para volver a
construir un equipo grande y despertar a un gigante que no está dormido, pero
si bastante alelado.
Huracán no debe crearse fronteras, y debe pensar en grande,
tomando conciencia de que somos mucho más que Parque Patricios, y mediante este
tipo de victorias con repercusiones masivas, podemos comenzar a crear las bases para realizar una campaña que reclute socios en todas las provincias para, de esta manera, colmar el país de quemeros. El primer paso para lograr todos
nuestros objetivos es ponerse mayores metas, pues quien no tiene sueños –he
escuchado hinchas que se conforman con ver a Huracán realizando campañas dignas
en primera, dejando de lado esta oportunidad en Copa Argentina– obtendrá
resultados sencillos; mientras que los soñadores y optimistas tendrán todo lo
necesario para ver cómo crecen sus frutos. Desde mi humilde opinión como
hincha de Huracán, te propongo que sueñes, pues el primer paso para autolimitarte
es quitarte los anhelos de encima; y es por eso que creo necesario que, aprovechando las victorias en San Juan y Formosa, se reflote
aquella idea de captar socios no sólo en otras provincias, sino también en otros países, mediante la unificación de todos los Huracanes del mundo.
Para despedirme, les sugiero que jamás escuchen a
quienes quieren desprestigiar a este club, pues es enorme, y estoy convencido
que el día que tomemos conciencia de nuestro potencial, nos sorprenderemos al
ver todo lo grande que somos y en lo enorme en que podemos llegar a
convertirnos.
Con el apoyo de @mftattto, los puntajes de la victoria ante
Estudiantes:
Díaz: 10 – ¿Cómo puntuarte, Marcos? Si adjudicarte un número
sería humillar a mis sentimientos, que poco saben de números, y que cada vez se inclinan más ante tu enorme valentía. En este gigante, veo personificado a
los grandes ídolos, pues tiene un temperamento que le permite juntar fuerzas
en los momentos difíciles y, desafiando a la biología, ganar varios centímetros
más cuando fuese necesario. Poco a poco se va transformando en una figura más
mitológica que humana y eso para Huracán es más que positivo, pues tiene el
líder del que hace tiempo carece. “Con Marcos voy a la guerra”, ninguna frase
más acertada que aquella. El uno sorprende a propios y ajenos, y poco a poco va
enamorando a los quemeros, que ya piensan tallar su estatua. Permítanme
decirles –con las disculpas del caso– que quien no se emociona al pensar en el
recibimiento a Marcos del domingo 19/10 –fecha en la que Huracán vuelve a ser
local–, no tiene sentimientos.
-----------------
Mandarino: 5 – Completó un correcto partido en defensa,
limitando al habilidoso Correa e intentando clausurar la banda derecha con
buenos resultados. En el primer tiempo perdió la posición con el pibe que está
en la mira de varios equipos europeos, que no pudo definir bien. Salvo los
primeros 30 minutos en los que el globo se adueñó del partido, no tuvo
incidencia en el área rival, y retrocedió ya que Estudaintes iba ganando metros y
el encuentro necesitaba que los laterales estén absolutamente comprometidos en
la marca.
Mancinelli: 7 – Gran partido del pelado, que recuperó la
solidez que tanto necesitábamos, y anuló completamente al peligroso Vera. Ayer, después de varios partidos, la cueva estuvo bien cubierta y tanto Mancinelli
como Erramuspe demostraron que se complementan bien, y que son los dos mejores
centrales que tiene Huracán. Se los necesita en este nivel para afrontar el torneo
de transición, por eso es bueno que hayan dado un indicio de que pueden dar
mucho más.
Erramuspe: 7 – Junto con Mancinelli, trabajaron con
sacrificio e intensidad para cerrar todo atisbo de ataque. El ex Lanús se destacó, y
fue una de las figuras del equipo, ya que cuando tuvo que intervenir lo hizo
con firmeza y decisión, ofreciendo seguridad en una instancia complicada, y
ante un rival que tenía recursos para traernos problemas.
Arano: 3 – El hecho de haber marcado el penal decisivo –que
implica una gran presión– no alcanzó para salvar lo que fue una muy mala noche
de Chiche, que se cansó de darle la espalda a Auzqui, y que además fue el mayor
responsable de que Cerruti haya marcado. Otra muestra de que debe darle su
lugar a Sotelo. Si Wanchope no hubiese marcado, estaríamos señalando los
errores de Arano con más severidad. Que el árbol no tape el bosque.
-----------------
Villarruel: 5 – Regular encuentro, con mucho desgaste y algunos
matices. Su tarea fue casi exclusivamente de pressing y ahogo a los rivales, y
lo hizo con mucho éxito aunque luego sintió el cansancio lógico. El pibe trabaja silenciosamente, ya que presiona y a la vez es el encargado de iniciar las acciones ofensivas. No se destacó, está claro, pero a pesar de todo hizo un partido
correcto y fue más que funcional a un equipo que tenía la imperiosa necesidad
de que el rival no encuentre espacios para ingresar al área.
Vismara: 3 – Otro flojo partido y van…. El ex Instituto no
encuentra posiciones fijas, o al menos se ubica en lugares de la cancha que no
terminan siendo acordes a lo que el equipo requiere, y esto deja espacios que
nos terminan comprometiendo, obligando a Villarruel a cubrir gran parte del
terreno. Además, no es del todo preciso, lo que lo lleva a perder balones y a
generar contrataques rivales. Preocupa que estos errores se repitan, y sean una
constante en él.
Toranzo: 3 – Estuvo casi ausente. El Pato no encontró la pelota, ni
espacios para desarrollar su mejor juego, cayendo en una sintonía distinta a lo
que pedía el partido, que era puro sacrificio e intensidad, y en donde los
espacios y la creatividad no abundaban. Al igual que Vismara, tropezó con la
misma piedra, y demostró que cuando el partido es vertiginoso y luchado, se
desconecta del equipo. Su exclusión del once titular en el último encuentro por
el torneo de transición estuvo más que justificada.
-----------------
Espinoza: 4 – Tuvo una buena primera parte, en la que
desbordó a Aguirregaray en varias ocasiones, y fue una carta peligrosa en nuestra
ofensiva. Luego, retrocedió a la par de sus compañeros, y ya exhausto, perdió
todo tipo de profundidad, demostrando que cuando se aleja del área pierde la
capacidad de generar peligro.
Ábila: 6 – Podrá errar goles, quedar siempre en offside, o hasta
regalarnos algún blooper; pero Wanchope la mete y da la sensación de que
siempre tendrá una ocasión para marcar y eso es fundamental en un delantero de
área. Con cuatro goles en cinco encuentros como titular, volvió a demostrar que
es el mejor delantero de área que tenemos. Además, es para destacar que se
convirtió en el goleador histórico de la Copa Argentina con siete tantos.
Martínez: 7 – Realizó un partido muy completo, generando
peligro en todo momento, y con un primer tiempo sensacional. Luego, a pesar de
que el globo retrocedió en el campo, se la rebuscó para no perder su dinámica y
su velocidad, y fue fundamental para que Wanchope anote el empate del globo. Desde
el encuentro ante Banfield viene ratificando su nivel, y con estas actuaciones se entiende por qué se ganó la admiración del
pueblo futbolero.
Gritos…
Lágrimas…
Un pueblo se ha levantado
desde las cenizas
El fuego ha vuelto a dibujar las flores
en un paisaje gris
Con tus manos trazas
un abanico
que se convierte en resplandor
y una multitud enardecida
imita tus llantos conectándose a ti
y realmente ya no sabes si la alegría está en el aire
o si tu cuerpo ya no es un cuerpo
y es parte de un conjunto de almas que ya son una sola
y que se transfiguran en una misma voz
que sólo repite: "Huracán, Huracán, Huracán"
Agustín Macri
@Agustin_Macri
Agustín Macri
@Agustin_Macri