jueves, 26 de noviembre de 2015

Veintiseis

27/11/2014, 17:00 PM.
En el Aeroparque Metropolitano (me paro) Jorge Newbery (me siento) la pista de aterrizaje hierve, víctima de un sol criminal. Hace minutos me despertaron para avisarme que llegamos. 

Soy la personificación del paco: la misma ropa puesta que hace dos días atrás, cuando partí a San Juan, y en mi boca hay una guerra por quien me hace más impresentable entre el tabaco y el alcohol consumido en las últimas 48 horas. Desde que subimos al avión en Mendoza, cerré los ojos y no los volví a abrir hasta el aterrizaje en Buenos Aires. No recuerdo al avión estar de otro modo que pegado al suelo. Ya en la costanera, despido a Pancho, Brian y su padre que se vuelven, campeones, a sus pagos. Mi sueldo se acabó en mi última hora en San Juan, y en el aeropuerto de Mendoza sacié mi sed cargando agua de la canilla a una lata de Coca Cola vacía que, vaya a saber uno por qué, tenía guardada en la mochila. Este es el panorama. Ya solo, estoy en la costanera sin tener siquiera saldo en la SUBE. Vuelvo caminando, me digo. Desde Aeroparque hay unas 85 cuadras hasta mi casa en Saavedra. Tranqui. Total, soy campeón, no me importa nada. Vuelvo caminando, me tortura el olor a bondiola de los puestitos pegados al rio (¿Cuándo fue la última vez que comí?). Paso por Ciudad Universitaria, cruzo el puente de la autopista. Avenida Udaondo está cortada y repleta de yuta. Claro, esta noche juegan River y Boca la semifinal de la Copa Sudamericana en el Monumental, pienso.  Ya en Libertador, recibo el saludo de una decena de gallinas que ya están previando por la zona y que, por unos segundos, desvían su mirada hacia el Globo estampado en mi camiseta. Me felicitan.
26/11/2015, 01:18 AM.
Hace un año volvía, completamente fisura, de ver al Globo campeón en otra provincia. Pasaba por el Monumental y las gallinas, esperando que llegue la hora de enfrentar a Boca, me felicitaban por la Copa Argentina. Pienso que para ellos somos un club simpático, híper porteño y nostálgico. Esos riverplatenses de Noviembre de 2014, seguramente no se imaginaban que un año después estarían en la misma situación, pero con el club simpático, porteño y nostálgico enfrente. Menos que menos, imaginaban que ese club sea el que más complicaciones le trajo ante su presencia casi invencible.
Estoy seguro que ellos ven un Globo y les sigue pareciendo un poco simpático. Pero ya no tanto, hoy nos miran un poco de reojo. Y eso me encanta.
Somos el Globo de Parque Patricios, sí. Pero hoy, 26 de Noviembre de 2015, a un año de la gloria esperada por 41 años, vamos a dejar la vida en cada pelota, en cada grito y en cada aliento para ser el Globo de América.
¡Vamos Huracán, carajo!

Lautaro Schulz
@LauchaQuemero